martes, 18 de septiembre de 2018

Tor Des Geants

El Tor es impiadoso con la cabeza del corredor (y con su cuerpo).



Muy difícil de antemano saber qué sucederá cuando nos anotamos para participar del Tor.

Este año fuimos 7 argentinos los que nos animamos a enfrentar el desafío. Entre 900 corredores de 72 países.



¿Lo subestimé? Probablemente sí. ¿Fue esto un error? No lo creo, y ya habrá tiempo de explicarlo.

El Tor es una carrera de 330 km por el Valle de Aosta, Italia. Tiene oficialmente 24.000 m D+ y barreras horarias intermedias a las cuales es necesario llegar para no quedar afuera. La última barrera, en la llegada, sucede a las 150 horas.

Es non-stop, y cada corredor debe elegir su estrategia. Se puede dormir en las Bases Vida y en los Refugios. Está prohibido dormir fuera de estas dos alternativas.

Además, en las Bases Vida, el corredor puede comer abundantemente. En los Refugios hay también comida, pero más liviana.

Cada aproximadamente 10 km hay puestos de avituallamiento, en donde reponer líquidos y comida, como frutas, quesos y galletitas.

Podemos dividir la competencia en 7 segmentos, desde la Largada, las 6 Bases Vida existentes y la Llegada.



La Previa

Teniendo en cuenta que cada 10 km tenemos avituallamientos para reponer líquidos y comer algo, la estrategia para la mochila fue llevar los artículos mandatorios y casi nada más. La idea es salir con muy poco peso, y comparando mi mochila con las de otros corredores, el objetivo se cumplió.





Lo marcado en amarillo es el material obligatorio.

Con 3 kg (sin agua), salgo bien liviano a enfrentar los 330 km.

Unos días antes de viajar a Italia, nos encontramos con Sergio Moya y Francisco "Pachi" Somoza, a tomar algo y conversar sobre la carrera.

Sergio corrió el año pasado, sin lograr terminarla, y Pachi será uno de los 7 argentinos que participará en 2018.

Respecto al plan, me armo un machete basado en los tiempos que obtuvo Gustavo Compagnoli, el único argentino que terminó la carrera el año pasado.

Llegada a Courmayeur y Acreditación

Nos hospedamos con Pachi en el mismo hotel: Notre Dame du Mont Blanc. Aunque algo apartado del Centro, es una muy buena opción por costo y amabilidad de los anfitriones.

Giovanni y María, unos genios! Gracias a Sergio por la recomendación!





Lo que más me preocupa en esta carrera es la falta de sueño. Un promedio de sueño diario de los corredores que terminan el Tor es aproximadamente 2 horas. Esto significa que se torna fundamental conciliar el sueño rápido para aprovechar ese período tan corto. Normalmente me cuesta dormir cuando siento la presión de tener que hacerlo rápido. Por otro lado, prefiero no tomar medicamentos que ayuden en este sentido.

Me encuentro con otros 3 corredores argentinos paseando por el pueblo: Bob, Guille y el Tula. A Bob lo conozco de la época del kilómetro.com.

Jueves 6/Sep por la noche, logro dormir 7 horas.

Viernes 7/Sep duermo unas 3 horas. El resto me desvelo, sin poder conciliar el sueño. No es un buen indicio.



Sábado 8/Sep es la Acreditación, y luego Pasta Party. La organización no es muy eficiente a la hora de acreditar a los corredores. Dos horas de cola. Es necesario mostrar parte del equipamiento mandatorio, y además, que todo entre en la mochila.

A Pachi le faltan pilas de respuesto, y yo llevaba algunas de más. Se las presto. Pasamos este trámite fácilmente.



Carrera

Domingo 9/Sep. Desayunamos con Pachi. Me presta un poco de Hipoglós y nos vamos hacia la largada.



A las 12:00 largamos. Nos deseamos suerte los 5 argentinos. Con Pachi decidimos hacer cada uno su carrera, y así, al propio ritmo, comenzamos esta aventura.



Segmento 1. Courmayeur a Valgrisenche. 50 km. 3900 D+

Voy a un ritmo muy tranquilo. Cuidando la máquina, especialmente cuádriceps y tobillos.

En la próxima tabla y las que siguen, se ven mis pasos por los diferentes checkpoints.
STARTSUN 12:00
LA THUILESUN 16:20
RIF. DEFFEYESSUN 19:06
VALGRISENCHE INMON 02:45
Llevo 1,5 h de diferencia adicional respecto al plan. El hecho de ir con extrema precaución y a un paso conservador, sumó minutos que realmente son preciosos en esta carrera.

En una parte de la carrera me saluda Tobías, el sexto argentino, quien me identifica ya que llevo un buff con nuestra bandera, en la cabeza. Finalmente al que nunca vi fue al cordobés Matías.

Muy bien los avituallamientos. Vengo cumpliendo al detalle la alimentación e hidratación, según lo planificado.

En la Base Vida, tomo el bolso que la organización va moviendo en compás con el corredor. En este bolso uno puede colocar lo que desee y lo encontrará al llegar a cada Base Vida.

Me alimento bien, pasta, arroz, queso, pan.

Voy al lugar donde están las camas. Me higienizo perfectamente los piés, e intento dormir. Pongo el despertador para que suene a los 45 minutos.

Me acuesto, y no logro conciliar el sueño. Pero descanso las piernas y no me preocupé demasiado. Pero claro, van dos noches con 3 horas de sueño totales. Muy poco.

¿Disfruté este primer día? Casi nada. Los paisajes del Valle de Aosta, con sus cols viniéndose encima, el ambiente de la carrera, todos puntos positivos. Pero lo trabado de la carrera, casi sin poder correr, trails estrechos en donde contínuamente hay que molestar al corredor que se está sobrepasando, los puntos negativos. 3900 m de desnivel, en 14 horas es también un parámetro importante que muestra la dificultad de este día.

Segmento 2. Valgrisenche a Cogne. 56 km. 4650 D+

Hoy odié la carrera, me odié a mí mismo, odié estar ahí, y muy especialmente a los que idearon el circuito de este día. Imposible correr. Sólo subidas y bajadas con una inclinación tal, que la velocidad promedio debió estar cercana a 2,5 km/h. 

La comida no digerida de la noche anterior hizo estragos en mi estómago. A la media hora de comenzada esta etapa aparecen las náuseas y todo mi plan de alimentación se va al tacho. Ya no puedo comer ni tomar.

En un momento de la noche, me duele la zona de los riñones. Fuerzo beber agua, y de a poco cede el dolor. Siento necesidad de orinar. Me preocupo mucho al notar la extrema densidad del líquido, y su color oscuro, muy oscuro. Hasta me pareció ver como si se separara el fluido, como cuando se quiere mezclar vinagre y aceite. Aumenta la preocupación, y también la frecuencia con que fuerzo el ingreso de agua al cuerpo.
VALGRISENCHE OUTMON 04:20
RHEMESMON 09:41
EAUX ROUSSESMON 16:35
RIF. SELLATUE 00:56
COGNE INTUE 03:37
Subimos a 3 cols: uno a 2800 m, el otro a 3000 m y coronando todo, la subida al Col Loson, de 3300 m. ¿Disfruté este segundo día? Mejor no respondo. Un parto.

Despúes de 39 horas de marcha continua, cambio las dos pilas AAA de mi Foretrex 601. Una masa este dispositivo!



En este tipo de terreno, se nota mucho la diferencia de quienes entrenan en montaña y quienes lo hacemos en las llanas calles de Buenos Aires.

Finalmente llego a Cogne, muy preocupado por la falta de alimentación e hidratación. La performance por este malestar estomacal hizo que me retrasara 4,5 horas respecto al plan.

Lo encuentro a Pachi en la Base Vida. Había llegado 2,5 horas antes y ya estaba por salir. Le cuento lo de las náuseas y me ofrece Omeprazol. Esta vez ni lo dudé, y acepté esperanzado que la droga ayudase a mi mejoría.

Tomo un caldo, una pastilla de Omeprazol, me higienizo los piés, y me voy a dormir. Pongo el despertador para dentro de 45 minutos. Apoyo la cabeza y me duermo profunda e instantáneamente.

A la hora me despierto, y noto que nunca había activado el despertador. Ordeno todo rápido, tomo otra cápsula del gastroprotector y salgo al próximo segmento.

Ya hemos hecho 8500 m de D+ en dos segmentos. Sólo espero ahora que se normalice mi función digestiva.

Segmento 3. Cogne a Donnas. 45 km. 2300 D+
COGNE OUTTUE 05:00
CHAMPORCHERTUE 15:58
DONNAS INTUE 21:28
Salgo a las 05:00 de la mañana, sólo envío líquidos al estómago, ya que las náuseas permanecen.

Pero al mediodía, ya me siento mucho mejor, le mando una oración a San Pachi por las pastillas, y comienzo por primera vez a disfrutar la carrera.

Esta etapa es como un día del Cruce de los Andes, pero de 45 km en vez de los acostumbrados 30. Se puede correr bastante, cruzamos bosques y gran parte es en bajada.

En algunos tramos siento mucho sueño. La primera vez que me pasa en carreras. Paro, me siento o acuesto en alguna roca, cierro los ojos y dormito unos 15 minutos. Esto lo hice 2 veces en este segmento.

El atardecer hace su aparición, y con él, sombras y objetos inanimados empiezan a cobrar vida alrededor mío. Algunos los llaman alucinaciones, narcolepsia, o sencillamente, ilusiones.

Rocas, árboles, maderas y plantas, son combinados por mi cerebro, formando figuras humanas en movimiento, autos inmensos con luces potentes y hasta naves espaciales.

El rompecabezas posee partes en diferentes planos y distancias. Veo entonces un mono gigante formado por rocas a lo lejos que abre su boca, que son plantas situadas más cerca mío. Al ir acercándome, las rocas se mueven diferente que las plantas, y el efecto es el de una gran boca que se abre mientas me acerco. Al estar lo suficientemente cerca, toda la ilusión desaparece, y tal cuento de Cenicienta cuando daban las 12, las rocas se vuelven rocas y las plantas son indudablemente plantas al pasar cerca mío.

Entonces calculo las horas que llevo de vigilia, y las de sueño a este momento:

60 horas despierto, con 1,5 horas de sueño total. Esto me preocupa mucho, y ya comienzan a aparecer síntomas de esa situación.

Sigo cuidando el físico y llego el martes a la noche a la tercera Base Vida.

De todas maneras no logro recuperar el tiempo perdido el lunes, y la diferencia con el plan es ya de 5 horas.

Bob deja la carrera en la primera Base Vida, el lunes. Los otros 6 argentinos seguimos en carrera, aunque Guille y el Tula están algo quemados, ya que salieron muy fuerte el primer día y ahora sus cuerpos les están pasando factura.

Pachi llega a Donnas 2 horas antes que yo.

Segmento 4. Donnas a Gressoney 55 km. 3750 D+

Estoy entusiasmado, puedo comer un buen plato de pastas, quesos y pan aquí. También me doy una relajante ducha y me voy a dormir a las 22:30. Pongo, ahora sí, el despertador para dentro de 1,5 horas, Hipoglós en los piés, y me quedo profundamente dormido, instantáneamente.

Salgo de la Base Vida pasada medianoche, y me siento fuerte. Sin ampollas en los piés, y sin dolores en los cuádriceps.

El clima en general ayudó en esta edición del Tor. Domingo, lunes y martes, con sol durante las horas de día. Temperaturas frescas a la sombra y necesidad de protector solar. Unos 23 °C de promedio durante el día, calculo. A la noche, refresca. Varias veces tuve que usar la campera. Muchos cambios de pieles, con lo cual una mochila cómoda para poner y sacar elementos es importante. En mi caso, la mochila elegida fue algo incómoda en este sentido.
DONNAS OUTWED 00:18
LA SASSAWED 04:24
RIF. BARMAWED 11:31
NIELWED 18:35
GRESSONEY INWED 23:52
Las ilusiones me siguen acompañando. Ahora, además comienzo a ver a personajes famosos que aparecen dibujados en el piso del trail. Así, las manchas de humedad, piedras, leños, sobre el trail van dando forma a las caras de Einstein, Stalin tomando un helado, el Gato con Botas peleando con el ratón Mickey, Dios en la forma de Jesús, el Diablo, personajes que no logro identificar porque se esconden detrás de un velo o bufanda, e infinitas formas más que me mantienen entretenido hasta que aparecen los primeros rayos de sol.

Al mediodía debo llegar al refugio Barma, y sin dudarlo decido dormir una hora allí. El sueño me vence. Una muy desagradable sensación, y peligrosa por cierto. Hay momentos en que el trail nos lleva al borde de precipicios, y es necesario mantener una atención extrema para evitar cualquier accidente.

Hoy más nublado. Una sola piel técnica fue suficiente.

Llego, como algo y pido una cama. Me la asignan y antes de apoyar la cabeza en la almohada, mi conciencia ya estaba apagada.

A la hora, me levanto y voy a la sala principal del refugio. Grande fue mi asombro cuando lo veo a Pachi.

"Qué hacés, Pachi! Ya te hacía en la próxima base vida!", le digo.

Charlamos un rato y salimos del refugio juntos.

El camino se hace estrecho, y yo voy delante. Parte de las consecuencias de tener poco sueño fue que por la mañana de hoy, en una de muchas caídas que tuve, rompí parcialmente un bastón. Por otra parte, mis zapatillas Asics Kahana, que hasta ahora me habían dado excelente resultado, no están al nivel de un Tor. Se están destruyendo de a poco.

Me caigo un par de veces, y Pachi me pasa, pensando que mis caídas tenían que ver con intentar apurar el paso, por estar liderando. Como ya estaba hablado, cada uno a su ritmo, focalizado en su propia carrera.

Lo que ocurrió es que el ritmo en ese momento era parejo. Yo seguí al mío, pero resultaba que iba pegado a Pachi. Así seguimos durante unas 5 horas, pasando por el Col della Vecchia.

"En Niel hay un corte, deberíamos llegar para las 18:30", dice Pachi.

Son las 16:30. Interpreto que el corte es a esa hora, y tomo el liderazgo, yendo a un paso rápido para asegurar llegar a esa hora.

"Che, Tordo, aflojá un poco. Hay que cuidar la máquina", esboza mi amigo. No lo entendí en ese momento, aflojar significaría no llegar a la hora señalada.

Seguimos a un paso rápido, hasta que Pachi se da cuenta de la confusión y me dice: "Mirá, el corte en Niel es a las 21:30. Estaría bueno llegar 3 horas antes para mantener un colchón, pero no hace falta matarnos". Nos reímos, y seguimos con más tranquilidad, aclarado el punto.

Llegamos a Niel a las 18:35.

A partir de ahí, sigue un ascenso de 800 m hacia la cima del Col Lasoney.

Me sigo cayendo mucho, y mi cerebro cada vez funciona peor. No tengo energías ahora. Pachi toma el liderazgo, y como un tractor me va tirando hacia arriba.

Lo sigo sin perder el ritmo. Cada tanto aparece algún corredor atrás mío al cual debemos darle paso. En un punto, ya no lo hicimos más, y tampoco los que se acumulaban detrás nuestro pedían pasar. Así llegamos arriba, con Pachi de maquinista de un tren de unos 10 corredores.

Ahora sólo resta la bajada a Gressoney. ¿Sólo? Ja, ja!

Con un bastón casi inservible, zapatillas que vienen perdiendo la suela, la lluvia y las piedras y lajas resbaladizas, los kilómetros no pasaban y mis heridas de guerra sí avanzaban. Golpes por caídas en mis piernas, brazos y caderas enmarcaron esos 7 kilómetros finales de esta etapa.

Llegamos a Gressoney casi a medianoche. El corte para salir de aquí es a las 03:00.

Como bien, me higienizo los piés y pongo el despertador para la 01:30. No lo escucho y sigo durmiendo profundamente. 02:30 me despiertan de la organización preguntando si seguía en carrera o no. Dije que sí. Me levanté y en 15 minutos continúo al próximo segmento.

Segmento 5. Gressoney a Valtournenche 33 km. 3420 D+
GRESSONEY OUTTHU 02:41
CHAMPOLUCTHU 11:46
VALTOURNENCHE IN
En este segmento se encaran dos coles. Nos encontramos con Pachi y Matías justo antes del ascenso al primero. Nos deseamos suerte y cada uno sigue a su ritmo.

Hago cuentas: van 96 horas de vigilia, de las cuales he dormido menos de 5.

Estoy débil, y mi cerebro no está bien por la falta de sueño. Sigo a un ritmo lento hasta el Refugio Alpenzu, justo antes de la cima del Col Pinter. Otra vez nos encontramos con Pachi. Me sugiere pedir un Capuccino. Tomo uno, y luego otro. Ya tengo decidido parar mi carrera en Champoluc. Al ritmo que mi cuerpo podía seguir, iba a llegar para dormir sólo una hora más. Esto ya es insostenible y el riesgo de accidente por falta de sueño aumenta cada vez más.

Nos enteramos que en Gressoney abandonaron la competencia Guille y el Tula, y nos apenamos por ellos.

Indirectamente le digo a Pachi que hasta aquí llegué, y con su entusiasmo me dice que nos veríamos en Courmayeur. Sale del refugio. Termino mi café y también sigo.

En el camino me caigo varias veces, y rompo otro bastón. Ya estaba muy claro que el deterioro por falta de sueño era avanzado y que lo más prudente era parar en el próximo puesto.

Así es como al llegar a Champoluc comunico a la organización que no seguiría en carrera.

Fueron oficialmente 222 km, 20.276 m D+, 96 horas de carrera. Dos tercios del Tor...

Pensamientos finales

Hasta ahora, en toda mi carrera de corredor, desde 1991, nunca había encontrado el límite. Justamente eso es lo que estaba buscando, debido a ello, el tener que abandonar esta carrera no me provoca angustia, aunque sí debo admitir que aflora un sentimiento de derrota. 

Hasta ahora, mi método y balance de tiempo y dedicación para correr fueron suficientes para vencer en todas las carreras. El único DNF anterior fue la segunda vez que intenté Comrades, pero fue un tema estomacal estrictamente.

El Tor me mostró que dicho método y dedicación, no era suficiente para vencerlo. Busco humildad para aceptar esa situación y entender que si en el futuro quiero vencer al Tor, deberé hacer cosas diferentes. Hoy me imagino tres:

- Aumentar los días de gimnasio (pasar a 3 veces por semana)
- Aumentar el volumen de cuestas (¿escaleras?)
- Cambiar los hábitos nutricionales

Un plan que mantenga el volumen total de horas de entrenamiento, pero incorpore lo anterior es algo que estoy dispuesto a probar para extirpar esta espina que hoy llevo, por no haber podido llegar al arco de meta; aunque levantando la vara como me gusta hacerlo, siempre era una posibilidad cierta, y que esta vez se dio.

Siempre soy agradecido por poder hacer esto que me gusta y por lo cual tengo pasión. Agradezco también a todos, los que de una manera u otra están ahí, armando esa comunidad tan importante de soporte y afectos. A mi familia (Caro, Celi, Nico), a mi mamá, y amigos, va dedicada esta experiencia en donde el límite finalmente apareció.

Especial reconocimiento a los colegas que hicieron un seguimiento al detalle de la carrera (Rodri, Sergio M., Bernardo, Fede, Claudio, Sergio Z.) Capos!

Mis felicitaciones a los 3 argentinos que sí lograron cumplir la proeza de volver a Courmayeur y pasar por ese arco de llegada: mi amigazo Pachi, Tobías y Matías. Abrazo de llegada para los tres!



Como siempre, aprovechando el viaje, escapadita a Madrid a ver a mis amigos del alma. Esta vez, con un invaluable asadito argentino en casa de Peinchi.

7 comentarios:

  1. Relato lisa y llanamente excelente! La carrera mas dura que me toco largar y que a pesar de haber hecho infinidad de cosas para superarla no estuvimos a su nivel. Los estudios mas minuciosos realizados aun asi no mostraron la extrema dureza del Tor. Dudo que volvamos, y si lo hacemos sera a corto plazo. Felicitaciones por tu carrera, tomala como un exito... Bob!

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    1. Muchas gracias, Bob! Creo que vale la experiencia de haber estado allí. Luego cada uno buscará alinear objetivos. Nos vemos pronto para charlar sobre ello! Abrazo!

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  2. Marce, genial el relato. Me hizo sentir que estaba allí y me dio ganas de darte una mano!. Indudablemente esta experiencia la valorarás mucho más que otras tantas veces que pasaste por la meta. Abrazo grande. Fabian.

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    1. Así es Fabián! Gracias por estar ahí y compartir, leyendo, el relato. Un abrazo grande!!

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  3. Muy buen relato, quede enganchado hasta el final. Me gusto que hayas encontrado el límite, se que te motivará a seguir adelante. Un capo Tordo! Abrazos

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    1. Abrazos Scuby! Qué grande que te enganchó la aventura. Te mando un abrazo grande, y ojalá coincidamos pronto en algún lugar del planeta!

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  4. Marcelo; impecable aprendizaje con tu relato, trasmites con total intensidad cada momento de esta aventura; resalto la importancia de comprehender cuan importante es decidir en que momento detenernos, esto es un deporte y hay que disfrutarlo como tal, un DNF es una opción más a considerar normal en el deporte y saber tomar la decisión, es parte de las reglas y un logro inobjetable de nuestro juicio e inteligencia. Un Abrazo.

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