Valholl es una carrera de la franquicia UTMB.
Decido correr para ganar 3 Running Stones (RS) que me servirán para participar en el sorteo de la OCC, una de las carreras "finals" que largan junto al UTMB en agosto.
Mi idea es correr la OCC el año que viene.
Con este mismo objetivo, se anotan Berni, Paco, Claudio, y Sergio. Amigos runners que correrán la versión de 22 km, y que otorga 1 RS.
Viajamos los seis juntos y nos hospedamos a una cuadra de la largada.
La única vez que estuve en Tierra del Fuego fue en 1978. Evidentemente, la ciudad cambió mucho desde aquel entonces.
Largo el viernes 21 de marzo a las 06:00 de la mañana. Es de noche y la temperatura ronda los 2°C. No hay mucho viento, así que llevo puesta una sola piel, y todo el resto del material obligatorio, en la mochila.
Mi idea es ser finisher, conseguir los 3 RS, y disfrutar el proceso.
La carrera tiene 88 km de distancia y +3700 m de desnivel. Hay varios puntos de corte, siendo el último en la llegada a las 21,5 horas. Armo un plan para terminar en 20 horas.
Muy emotiva la largada, con música de Vangelis que me recuerda las salidas del UTMB, y con mis cinco amigos que saltaron tan temprano de la cama para verme partir hacia una nueva aventura.
La primera parte de la carrera es hermosa. Nos vamos alejando de la ciudad de Ushuaia, surcando senderos y metiéndonos en bosques de ensueño. Hacía mucho que no disfrutaba tanto una carrera. Aproximadamente a las cuatro horas de carrera, ya con los corredores más dispersos, me encuentro solo dentro de un bosquecito en la montaña. Ya es de día, nieva, y no tengo corredores a mi alrededor. La sensación de felicidad es indescriptible. Las lágrimas fluyen alegremente hacia el suelo blanco.
Pero luego de este primer tercio fantástico, sobreviene la pesadilla. Entramos en terreno pedregoso. Ya no se puede apreciar el fantástico entorno. Una leve distracción es una lesión casi segura. Pasamos por lagunas que están en los cerros. Por suerte hay fotógrafos de la organización, porque no tengo posibilidad (ni ganas) de filmar el momento.
Ya no disfruto estos terrenos. Es una carga inmensa para las articulaciones, pies, y el cuerpo en general.
Luego comienza una etapa en el barro. Es un barro profundo. Espeso en muchos momentos. De esos que te atrapan la zapatilla, y si no se cuenta con experiencia en estos casos, recuperarla puede ser muy costoso. Un par de veces me ocurre. Queda la zapatilla en el lodo, y se produce un efecto sopapa muy fuerte. Es necesario volver a colocar el pie dentro, tratar de calzarla y con la potencia del pie, suavemente ejercer una presión vertical para superar el mal momento.
Veo lodo con mucha agua adelante. Han puesto troncos para facilitar el cruce. Piso mal uno de ellos, resbalo y mi pierna se hunde en el barro hasta la rodilla. Ambos brazos caen al fango y se sumergen hasta los codos. Un enchastre horrible. Los guantes que llevo ya no sirven. Quedan mojados y con el frío, los dedos comienzan a congelarse.
Todo sucio sigo hasta en próximo puesto de control, en donde decido cambiar los guantes, higienizarme lo más que pueda, y colocarme la campera que llevo en la mochila.
En una caída anterior, perdí la linterna que llevaba en la cabeza. Con lo cual, también en esta parada debo recuperar la que tengo de repuesto.
Respecto a los cortes, vengo con un margen de unos 60 minutos, así que perfecto. Llego al puesto, y sin ningún apuro realizo las acciones anteriores y salgo del mismo ya preparado para encarar el frío del atardecer y de la noche que se aproxima.
En los puestos había comida para reabastecerse, bebidas y caldo caliente. Muy importante cuando las temperaturas ya están por debajo de los 5°C.
El terreno ahora es de un mallín inundado. Tampoco se puede correr mucho por acá. Es como correr en un colchón de agua. Las zapatillas, todo el tiempo mojadas en estos últimos dos tercios de carrera.
Pese a ello, mis pies están perfectos, ni una sola ampolla (ver el video https://www.youtube.com/watch?v=PjPqORASfO0 en mi canal de Youtube).
En dos de los puestos me reconocen seguidores del canal. ¡Qué lindo es eso!
Llegamos a la Laguna Esmeralda. Hermosa. A partir de acá comenzamos la vuelta a Ushuaia.
En un momento las marcas puestas por la organización no están del todo claras y tomo una senda equivocada. Luego de unos 15 minutos me doy cuenta del error, y regreso. Esto me hace perder media hora y reduzco los márgenes que llevo respecto a los cortes. Apuro un poco el ritmo para volver a tener un colchón razonable.
Paso por el último control, ya con los pies muy doloridos. Vuelvo a tener un margen de una hora sobre los cortes horarios.
A las 02:30 de la mañana paso la línea de llegada. Mucho dolor en los pies, pero ¡feliz de haber conseguido el objetivo!
No te pierdas el video de esta aventura en: www.youtube.com/@tordo_xtrim y suscribite para continuar viendo material de aventuras como esta, ultras, bienestar, ¡y más!
Felicitaciones...!!!!! Diego, de Rosario. el seguidor de este blog con el cual charlaste en Valle de lobos. Similares sensaciones (a diferencia que no tuve chapuzon en el barro..jjaja) mucho barro y dificil trotar en la turba. Termine 10 min detras tuyo , a las 2.40 am ., 2 hamburguesas, chaleco y ducha para dormir....abrazos , y nos cruzaremos en algun otro sendero..!!!!!!!!!!
ResponderEliminarHola Diego! Muchas gracias! En breve el video, con la escena que filmamos en Valle de Lobos! Abrazo y seguro nos cruzaremos!
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