Mi participación consecutiva número 11, en esta hermosa ciudad que es Tandil.
Fuimos con Caro, Celi y mi mamá. Salimos el viernes a las 13:30 y llegamos a las 19:00. El tiempo neto de viaje fueron cuatro horas y media, por la ruta 29 y 74. Este camino es hermoso. La ruta 29 pasa por Gral. Belgrano, y allí paramos una hora en la Full de YPF a tomar un rico café con leche y a comer algo.
Nos hospedamos en las cabañas Don Bosco. Están bien, aunque algo alejadas de la largada.
A la noche fuimos a cenar a La Aldea, en Av. Alvear. Muy bien. Está al lado de un súper chino, así que aprovechamos a comprar algunos víveres para estos días.
El sábado la acreditación. Fui a las 11 y todo perfecto. Cero colas. En dos minutos terminé el trámite. ¡Excelente la organización!
A la tarde fuimos caminando desde la cabaña al Cristo de las Sierras. Estuvo hermoso el paseo, ideal para mi mamá que no puede caminar demasiado.
Llegó el domingo, y Caro me lleva hacia la largada.
A las 08:30 comenzamos la aventura. Mi idea es exigirme en esta carrera, sin mirar el reloj.
Han cambiado el recorrido. Comenzamos bajando en vez de la subida al Castillo Morisco. Toda una vuelta por las calles y finalmente encaramos la recta de la largada, volvemos a pasar por el arco, y allí sí, la subida.
Voy fuerte, aunque controlado.
A la hora, me comienza a doler el talón izquierdo. Como una puntada. Nada inhabilitante, pero muy molesto. Es como una dureza debajo de la piel, que duele. En las 6 Horas de San Pedro también me molestó. En aquel momento, me saqué la zapatilla, masajeé un poco la zona, y no volvió a doler.
Acá me dolió casi toda la carrera. Lo sufro. No me deja disfrutar del todo de la aventura. En la hora final, me duele en forma alternada, ambos costados del vientre. También me tuerzo los tobillos en la última bajada, y hasta me caí en un momento. Voy relativamente rápido, aunque estas molestias impiden que avance más rápido. En un momento debo parar por un calambre fuerte en el gemelo.
Termino en 4 horas 16 minutos. Mucho más que en otras ediciones, pero no es comparable. Fueron dos kilómetros más que el año pasado, y un desnivel de +1080 m. El mayor de todas las ediciones de esta carrera.
Caro, Celi, y mi mamá en la llegada. ¡Qué lindo es esto!
El sábado fuimos a chusmear el country El Valle de Tandil. Nos enamoramos de ese lugar. Quién les dice que en un futuro pasemos parte de nuestros días allí...
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