Alguna vez en la vida tengo que correr una maratón.
Con esta idea, y sin gran planificación, me anoto para correr la Maratón de Buenos Aires en octubre.
Este año debo sumar los puntos para clasificar en UTMB 2012, así que vengo con un buen entrenamiento. Hice la media maratón de Disney en enero, el Cruce en febrero, Yerba Buena-Tafí en mayo, haciendo en promedio unos 150 km mensuales.
El recorrido de la maratón de Buenos Aires es muy turístico. Desde la cancha de River Plate a la de Boca Juniors, pasando por muchos de los lugares más representativos de Buenos Aires, como el Obelisco, Plaza de Mayo, Casa Rosada, Cabildo, Palermo, San Telmo y Puerto Madero.
Mi objetivo es terminarla sin caminar un solo paso.
Después de haber ido a Luján dos veces en la peregrinación de octubre (son unos 80 km desde Liniers), me digo que una maratón caminando la hace casi cualquiera. El tema es no caminar.
Hasta el km 34 vengo muy bien. A un paso tranquilo de unos 10 km/h.
A partir de allí, el cerebro comenzó a hacer de las suyas. "No seas animal, tenés que parar y caminar un poco. Esto es anti-natural! Te vas a morir!", me decía la voz interior.
Esos últimos 8 km fueron terribles. Además coincide con un sector del recorrido muy poco motivador como es la parte de atrás del puerto de Buenos Aires.
Pero pese a la gran presión por caminar, logré no hacerlo.
Mi tiempo neto para esta primera experiencia en la maratón completa fue: 4 horas 28 minutos 36 segundos. Muy contento por haber participado, terminado y no haber caminado!
En algún momento, seguramente repetiré la prueba intentando bajar mi tiempo personal.
Por ahora, realmente la montaña me llama más y el UTMB está muy cerca ya.
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