jueves, 17 de julio de 2025

Trail du St. Jacques

La aventura empieza bastante antes que la carrera esta vez.

Logramos coordinar la familia completa y a mediados de mayo nos encontramos los cuatro en Madrid. Alquilamos un coche y viajamos hacia el sur de España. Nos hospedamos en Sevilla y aprovechamos a hacer un “free walking tour” al día siguiente.





Luego cruzamos a Portugal y nos quedamos un par de días en el Iberostar de Lagos. Hermoso y súper relajante. ¡Cómo estamos disfrutando este viaje! Los chicos están más grandes y estar todos juntos es tan valioso para mí.

Nuestro próximo destino es Lisboa. ¡Qué lindo es correr bordeando el río Tajo!

Ya pasados diez días, comenzamos la vuelta. La dejamos a Celi en la frontera norte de España. ¡Va a hacer sola el camino de Santiago portugués!

Al otro día nos despedimos de Nico, que vuelve a Buenos Aires a continuar sus estudios, y con Caro nos vamos a Fuengirola.

Fuengirola es uno de mis lugares en el mundo. En los meses de mayo y septiembre el clima es perfecto. El sol es fuerte pero no abruma, corre un fresco que llena el alma de energía. La costanera sobre el Mar Mediterráneo es infinita. Cómoda para correr. Se forma una bahía desde donde se ve Benalmádena para un lado, y el faro de Mijas hacia el otro. Corro con la arena de la playa casi tocándome las zapatillas.



Nos quedamos en un departamento enfrente de la playa, desde donde se ve toda la bahía, el mar, y los días que hay luna llena, la visión del astro reflejado en el mar emociona hasta las lágrimas.

Una vez disfrutados en forma increíble estos días, la aventura sigue en Toulouse, Francia.

Nos encontramos con Scuby y Lúa, amigos hace más de cincuenta años, para un moto tour por Francia. Es un proyecto que veníamos hablando con varios de los compañeros del colegio y finalmente pudimos concretarlo nosotros tres.



Alquilo una Yamaha MT09, de 900 cm3. Hermosa. Son cinco días en donde recorremos unos mil kilómetros por ciudades como Rocamadour, Cardaillac, Conques, Cordes-sur-Ciel, Albi, Bagneres de Bigorre, Lourdes y un circuito por los Pirineos.



Cada día es una máquina de generar recuerdos. Todo es espectacular, la experiencia de manejar una moto de esa envergadura por primera vez, los paisajes, la compañía de mis amigos, las charlas profundas con vinito rosado francés de por medio, y tantas vivencias más.

Al terminar, nos quedamos con muchas ganas de continuar, así que en breve ¡¡se vendrá el moto tour parte 2!!

Y ahora sí, me enfoco en la carrera. Nos despedimos con los chicos y parto en tren desde Toulouse hasta Le Puy en Velay, lugar desde donde comienza la ultramaratón Trail du St. Jacques, by UTMB.

Interesante pueblo al sur de Lyon, con macizos volcánicos y paisajes hermosos típicos de la campiña francesa.



El Trail du Saint-Jacques by UTMB se llama así porque sigue, en parte, el Camino de Santiago (en francés, Saint Jacques de Compostelle), una famosa ruta de peregrinación medieval que cruza Europa y termina en Santiago de Compostela, en España.

El recorrido del trail pasa por tramos del Camino de Santiago, especialmente por la parte francesa conocida como la Via Podiensis, que comienza en Le Puy en Velay, uno de los cuatro grandes puntos de partida tradicionales en Francia para los peregrinos.



Llego el 13 de junio, me acredito al día siguiente y la carrera comienza el domingo 15 de junio.

Son 53 km con +2100 m de desnivel, que deben hacerse en menos de 11 horas 30 minutos.

Teniendo en cuenta que el 22 de junio comienzo una de las carreras en mi listado de las 25 más extremas del mundo, mis objetivos para este trail son tres:

  Disfrutar

        No lastimarme

        * Conseguir los 2 running stones

Con estas metas en mente, construyo una tablita que me permitirá pasar por los puntos de corte con cierto margen, y regular el ritmo en todo el trayecto.

Largamos a las 7 de la mañana, ya de día y con temperatura agradable. Nos llevan en ómnibus desde el pueblo hacia la largada. El arco de llegada será entonces en Le Puy en Velay. Voy con remera de mangas cortas y la mochila Raidlight Olmo que usaré en el desierto de Gobi.

La primera parte es una subida interminable, infinita… Al no conocer el circuito, me esfuerzo acá para asegurar pasar por el primer corte a tiempo. No llevo banca cardíaca, aunque calculo que mis pulsaciones están seguramente en zona 4.

La estrategia funciona bien, ya que paso por la primera barrera horaria con margen de una hora.

Casi todo el desnivel de la carrera está presente en el primer tercio, con lo cual sé que pasando el segundo corte bien, ya no debería tener que presionar tanto el acelerador.



Y así efectivamente es. Paso el segundo corte con más de una hora de margen, y a partir de allí me dedico a disfrutar los paisajes y la carrera. Ya no importa si me pasan corredores, o la posición final en la que terminaré. Voy por ser finisher y de no mediar ningún imprevisto crítico, estoy encaminado para lograrlo.

La carrera tiene todo lo que tiene que tener un trail para ser disfrutado. Buenos paisajes, buen desnivel, subidas que cuestan, aunque recompensadas luego con bajadas poco técnicas que alivian las pulsaciones, algo de lluvia, bosques, alguna baja técnica y barrosa hacia arroyos, piedras, en fin, no se puede pedir mucho más.



Luego de 9 horas y media, termino la carrera. Bastante cansado y con dolor en los cuádriceps. El esfuerzo del comienzo se siente, y las bajadas han impactado los músculos de las piernas.

Feliz de haber conseguido los tres objetivos, y ahora a descansar, ya que en una semana comenzará una nueva y gran aventura. Aunque esa será otra historia…

 


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario