sábado, 17 de junio de 2023

Fiambala Desert Race

En junio, la elegida para continuar el entrenamiento en pos de clasificar al Sparta, es Fiambalá Desert Race.



Una carrera de 35 kilómetros por el desierto en esta región de Catamarca.

Voy en avión hasta San Fernando del Valle de Catamarca, la capital de la provincia. Allí me encuentro con Caro, que, previo a pasar por Nono, sigue viaje en la chata hacia el Norte del país.

Desde el aeropuerto hasta el pueblo de Fiambalá son unas 4 horas.



Los paisajes de esta región son maravillosos. Lo más llamativo son los colores de las montañas. Uno mira el paisaje, y en la misma vista se ven cerros de color rojo, otros verdes y otros grises, por ejemplo.

Nos hospedamos en el pueblo, y tenemos unos días para recorrer parajes de esta hermosa región de Argentina.

Vamos a las Termas. La primera vez que estoy en termas como mi cerebro las imaginaba. Agua caliente en plena naturaleza, vertientes vírgenes en medio de la montaña, solo encajonadas de manera tal de no perturbar demasiado la esencia del lugar.

Desde lo más alto, el agua cae a unos 50 °C, y al bajar se enfría al llegar a la primera pileta. Aquí la temperatura es de unos 45 °C. Pocos aguantan más de unos minutos dentro.



Y de esta manera, continúa el agua termal su curso descendiente pasando por diversas piletas a temperaturas inferiores, hasta llegar a la última a 32 °C. 

Para ingresar es necesario comprar las entradas en el pueblo a e dólares, y hay cupos. Son tres los horarios para elegir: de las 08:00 hasta las 12:00 en la mañana, de las 16:00 a las 20:00 y el turno de la noche, de las 20: a las 24:00 hs. ¡Un placer este lugar!

También fuimos a la duna Federico Kirbus, con sus 1234 m de altura, ¡la más alta del mundo!


E hicimos parte de la "Ruta de los Seismil". Un lugar de ensueño con paisajes únicos realmente. Nos faltó entrar desde la ruta y hacer los 54 km hasta el balcon de Pissis, a 5400 m de altura (hay que ir con 4x4) desde donde, muchos dicen, se pueden ver los paisajes más hermosos del planeta.

Llega el día de la carrera. Este día coinciden los participantes que hacen solo 35 km, como yo, con los que vienen corriendo por etapas desde hace dos días. Con lo cual, coincidimos con Carli, Pachi y Andy, aunque no los veo. Hay mucha gente en la largada (unos 1500 corredores) y es de noche...

La característica fundamental de esta carrera es que de los 35 km, solo pisé piso firme durante 1,5 km (los de la salida y la entrada final al pueblo). Todo el resto es terreno flojo, piedras, arena, rocas. Muy duro para el cuerpo y requiere mucha atención para no lesionarse. Es muy fácil torcerse un tobillo, y de hecho, muchos corredores rengueando y lesionados al final.

La temperatura ideal. Unos 15 °C y seco. No se puede ir muy rápido, y el cuerpo acusa el desgaste.

Llego en 5 horas 59 minutos. Muy contento por terminar entero y por meter una carrera más en el entrenamiento para clasificar al Sparta.


Nos volvemos en el auto rápido con Caro, no sin antes pasar por Aimogasta y aprovisionarnos con una buena cantida de aceitunas de Arauco, de las mejores de Argentina. ¡Final feliz!

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