sábado, 29 de abril de 2023

Alpina Trail Race

Alpina Trail Race es la carrera elegida para abril siguiendo la iniciativa de hacer una carrera en montaña por mes durante 2023.

El objetivo es poder clasificar al Spartathlon en mayo de 2024, compitiendo en Grand Union Canal. Una carrera de 232 km a realizarse en menos de 34 horas.



La carrera tiene 38 km y un desnivel positivo acumulado de 2000 m. Sale de Villa Alpina, justo en el portal de ingreso al Champaquí del lado de La Cumbrecita.

Al estar en Córdoba, el plan es correr y luego quedaros una semana en Nono, cruzando las Altas Cumbres, en el Valle de Traslasierra. Un lugar de ensueño en mi amada Argentina.

Salgo el viernes y nos alojamos con Caro cerca de La Cumbrecita.


El sábado acreditación. Todo perfecto. Un clima ideal y todos los trámites bien rápido.

Llega el domingo. La salida es a las 05:30 AM. 

La carrera sale de la base del Champa, pasa por el puesto Moisés López, luego por el puesto González, y se llega a la cima del Champaquí (la montaña más alta de Córdoba a 2900 msnm). Luego se vuelve por el mismo camino de la ida.

Para llegar a la largada, desde la ruta hay que recorrer 16 km por camino de ripio complicado. Se calcula una hora más o menos para llegar. Salimos con Caro a las 03:45 AM para la largada.

Reviso el material que voy a llevar: linterna, gel, tres sobres de Tailwind, número, cinturón, mochila y dos botellas con agua.

¡Oh! ¡¡La linterna no funciona!! Sin luz propia es imposible hacer la carrera. No hay sendas, el camino es de piedras, totalmente heterogéneo, muy técnico. 

Me enojo mucho conmigo por no haber traído una segunda linterna. Mi cerebro me indica que no voy a poder correr. Todo el viaje y preparativos en vano. ¡Qué mal me siento!

Caro me dice que en la camioneta hay una linterna de mano. Que por qué no la uso.

Intento colocarme la linterna en la cabeza, y veo que es una solución muy precaria.

Llegamos a Villa Alpina. Hay solo un kiosco abierto, y obviamente no venden linternas para correr. Pero compro pilas para la linterna de mano. Por lo menos ya tengo energía para afrontar la noche si logro ubicar la linterna correctamente en mi cabeza.

También pienso en llevarla en la mano, pero no llevar foco luminoso en la cabeza puede ser motivo de descalificación, y pensar en esa situación tira toda mi energía abajo. Por que además, también existe la posibilidad de que observen el engendro que llevo en mi cabeza y no me permitan largar así.

Con todos esos pensamientos, logro colocar de una forma bastante aceptable el foco, y con perfil muy bajo, me mezclo entre los corredores un minuto antes de la partida, y así comienzo esta aventura.

Justo antes de partir, avisan por los parlantes que el clima en la cima del Champaquí está muy complicado, Mucha bruma que no deja ver a más de un metro de distancia. Por lo tanto, la organización decide acortar la carrera, no hacer cima y volver después del segundo refugio. En general no estoy de acuerdo con estos cambios de último momento, creo que son más para protección de la organización que para los corredores. Pero cuando uno encara estas aventuras, debe saber que todo puede cambiar. Y hay que aceptarlo.

Las primeras dos horas no la pasé bien. La noche cerrada, el circuito muy trabado y peligroso. Imposible hacerlo sin luz propia. El temor de que la linterna se caiga, o que no alcancen las pilas para cubrir las horas oscuras, turban mi cabeza.

Sin embargo, el engendro que llevo en mi cabeza, se porta más que aceptablemente. Curiosamente, casi no se mueve, y cumple perfectamente su objetivo. Incluso tiene una potencia algo mayor que las linternas que normalmente llevo.

Corro durante 1 hora y 21 minutos y llego al primer refugio. A los 6,31 km, Moisés López. regargo líquidos, como un par de panes con dulce de leche, y sigo. Nadie me dice nada de mi invento lumínico, ¡ja, ja, ja!

Se hacen las 07:30, y por fin la claridad del día me permite apagar la luz. Retiro el mamotreto de mi cabeza y así llego al segundo puesto, luego de 2 horas 45 minutos y 13,5 km adentro. Es la mitad del camino. Ahora a volver sobre lo andado.

Importante destacar que el corte previsto en el circuito original es justamente acá. A las 3 horas 30 minutos de carrera. O sea que si hubiese sido la carrera original, hubiera pasado con 45 minutos de margen. ¡Bien!

Durante el descenso, voy cruzando a todos los corredores que vienen detrás mío. Saludos y mucha atención en la bajada. Se puede ir más rápido en esta segunda mitad, pero siempre muy concentrado ya que el terreno es muy técnico y peligroso.

Necesito 2 horas 15 minutos para volver a la Villa Alpina, y así dar por cerrado este gran entrenamiento. Termino entero y muy contento por haber vencido el problema original con la linterna y porque con este gran entrenamiento para las piernas, ¡doy un paso más hacia el Spartathlon 2025!




 


No hay comentarios:

Publicar un comentario