Tetra Chapelco 2015

Una gran aventura invernal

Nieva. El velocímetro de la bicicleta marca 45 km/h. Vengo bajando un sendero de montaña estrecho, embarrado. Piedras y ramas aparecen sin avisar. Fue demasiado para el freno trasero, que ha sido exigido más de lo que pudo soportar. Instintivamente aprieto mi mano izquierda y la rueda delantera se clava en el piso húmedo y blanco. Ahhhh!!!

La previa

El Tetra de Chapelco ha estado hace mucho tiempo en mi to-do list.

En febrero de 2015, viendo que los chicos ya dominan más el arte de esquiar, decido anotarme y enfrentar el desafío este año. Y además, generamos una escapada familiar a la nieve.

La competencia se realiza en San Martín de los Andes, provincia de Neuquén. Sobre la cordillera de los Andes.

Comienza con un circuito de ski de unos 13 km.

Continúa con unos 36 km de Mountain Bike por senderos montañosos.

La próxima disciplina es la que me obligó a prepararme especialmente, ya que no tenía experiencia en kayak de competición. Unos 10 km en las heladas aguas del Lago Lacar.

Y por último, la disciplina en la que me siento más cómodo, running. Unos 17 km.

El kayak pasa a ser mi obsesión durante las semanas previas a la competencia.

Leyendo las crónicas de ediciones anteriores y conversando con corredores que han participado y que conocen las exigencias de la prueba, todos coinciden: "si te das vuelta en el kayak, se terminó la carrera". Demasiado frío y cansancio como para intentar volver a subir al bote una vez que se nos ha dado vuelta.

Y la probabilidad de que ocurra es alta. Especialemente si uno no tiene las horas de remar adecuadas, si las olas son fuertes o si el viento sopla en forma considerable.

Así vivo los meses anteriores: con pánico por darme vuelta en el lago, dudas respecto a la dureza de la bici y la ansiedad para que estas incertidumbres terminen, y llegue el momento de la largada...

Dos meses antes de la competencia, me anoto en un curso básico de kayak de 4 sesiones en la escuela Kayak Adventure, en Tigre, provincia de Buenos Aires.

Primera sesión en kayak doble. El profe es Juan Pablo Bergero, medalla de oro en canotaje en los Juegos Sudamericanos de 2002, 2006 y 2010.

Segunda sesión, solo, pero en un kayak estable y ancho. Comienzo a tomar confianza y aprendo las técnicas. No se debe hacer fuerza con los brazos. Todo el movimiento debe partir del tronco, de los dorsales.

Tercera sesión, en un kayak más inestable. Comienzo a sentirme confiado. El río está tranquilo y en algunos momentos voy rápido. Me cuesta, sin embargo, sacar el movimiento desde la espalda.

Con los compañeros de curso

Cuarta y última sesión, en el mismo kayak, pero hoy el río está picado. Me doy vuelta dos veces. No me es posible regresar a la embarcación por mi cuenta. Toda la confianza que había adquirido hasta el momento, se fue a pique.

Aumentan mis dudas, pero también aumenta la necesidad de adquirir destreza en esta disciplina.

Mi amigo de carreras, Poro, ya ha corrido el Tetra, y me pone en contacto con Pablo Borrajo para los temas logísticos. Me recomienda alquilar el kayak MG Lacar, lo mismo sugiere Tomás Gutiérrez, otro amigo de San Martín de los Andes. 

Excelentes recomendaciones. El MG Lacar es un kayak con un buen compromiso estabilidad y velocidad. Y tener la logística resuelta implica tener mitigados muchos de los dilemas que esta competencia trae aparejados: a quién alquilo el kayak, qué bici uso, quién me la transporta si decido usar la mía, entrega de los materiales en los Parques Cerrados, desinfección de materiales, y al cierre, recuperación y devolución de todo el equipamiento utilizado.

Un mes antes, alquilo a través de Pablo, un MG Lacar y lo pruebo durante tres fines de semana en el lago de mi barrio. Voy tomando mucha más confianza, aunque cuando lo llevo a situaciones límite, no puedo evitar darme vuelta.

Jueves 30 JUL 2015

Viajamos con Caro, Celi y Nico a Bariloche, y de allí a San Martín de los Andes en un coche alquilado.

En San Martín, me pongo en contacto con Kevin, y coordinamos vernos al otro día en el cerro.

Llegó el momento de acreditarse. La adrenalina ya está a full. El pronóstico del tiempo para la carrera no es bueno. Nevadas, lluvias y temperaturas rondando los 0 °C.

El viernes, día familiar de ski. El cerro está hermoso. 30 cm de nieve en la base. Aunque sigue nevando, se puede esquiar muy bien. 

Nos vemos con Kevin, y les da una clase particular a los chicos, mientras con Caro disfrutamos unas bajadas solos.

Sábado 1 AGO 2015

¡Llegó el día!

Largamos unos 300 corredores. 155 corremos en forma individual. El resto lo hace en equipos de 2 o en postas de 4.

Mi pechera es la #30. Esquíes al hombro y a subir desde la base del Cerro.

Es una subida muy pesada y larga. Comienzo a transpirar mucho. Me alegro de haber decidido no ponerme el traje de neoprene en esta etapa. Esa fue la recomendación de todos, incluyendo Tomás, quien me ofreció prestarme su remera de neoprene y acepté gustoso. Kevin la llevaría al kayak durante la mañana temprano y la dejaría junto al bote. ¡Qué grandes mis amigos! 

Lo bueno es que en esta etapa no sufro el frío. Ansío las bajadas esquiando y odio las trepadas a pié. Voy despacio, guardando energías para todo lo que viene.

En las bajadas, paso a muchos esquiadores. En un punto entramos a una pista de bumps con nieve profunda. Era un regadero de corredores en el piso. Aunque no tengo la técnica suficiente para deslizarme con estilo, no me caigo y paso a unos 20 competidores. Luego una bajada larga que disfruto a más no poder!

Etapa SKI: 01 hora 28 minutos 11 segundos. Posición 112

Hora del día: 11:43 Corte: 12:45 Margen: 2 horas 02 minutos

Se regresa al punto de partida, en donde está el Parque Cerrado y las bicis esperando.

Caro y Nico me esperan. Qué lindo verlos! Me saco las botas, los pantalones y los guantes de ski y me quedo con las calzas cortas. Me pongo las zapatillas. Todo el resto de la indumentaria se mantiene igual.

Se sale del Parque corriendo con la bici. Al dejar el predio, cuesta subirse y pedalear. El piso está mojado y nevado. Una vez arriba de la bici comienza un tramo en donde tomo buena velocidad. Es casi todo en bajada por la ruta.

Pero luego comienzan los senderos. Se usa muchísimo el freno y los cambios. Continuamente tengo la necesidad de frenar para mantener el control de la bici. Noto que la exigencia es alta e imploro que toda la parte mecánica en esta etapa aguante hasta el final.

Las subidas embarradas no las puedo hacer sobre los pedales, así que camino llevando la bici. El sendero atraviesa un arroyo en donde debo sumergir las piernas hasta la rodilla. El frío ingresa por las zapatillas y congela mis dedos.

Ya nunca más los volvería a sentir en toda la carrera. Sólo verifico cada tanto, que pueda moverlos.

Llego a la mitad de la etapa, kilómetro 36. Tomo un sendero en bajada. 45 km/h y de pronto el freno trasero deja de funcionar. Aumenta la velocidad e instintivamente presiono el freno delantero. La falta de sensibilidad en las manos y el poco uso que hasta ahora le había dado, hizo que la presión fuese muy alta. Se clavó la rueda delantera. La bici dio una vuelta en el aire y yo salí despedido hacia adelante.

El golpe lastimó toda mi pierna derecha, pero el resto no tuvo consecuencias importantes. A la bici se le salió la cadena, y por suerte, nada más.

Así seguí durante la segunda mitad del recorrido. Ya exhausto por el frío y la preocupación de tener sólo un freno. Si éste también fallaba, quedaría fuera de competencia.

Por fortuna, ello no ocurrió y llego a la transición con el kayak.

Etapa MTB: 02 horas 53 minutos 28 segundos. Posición 130

Hora del día: 14:36 Corte: 16:45 Margen: 2 horas 09 minutos

Enorme fue la alegría cuando me acerco al kayak y veo que Kevin pudo dejarme el chaleco de Tomás. Ponerme el traje completo como tenía planeado hubiese sido casi imposible. De hecho, sólo logré ponerme el chaleco hasta la mitad del cuerpo. No logré bajar la parte trasera más de la mitad de la espalda. Por la falta de sensibilidad en las manos debida al frío, y por la falta de fuerzas.

Me coloco el chaleco salvavidas, ingreso al kayak, y al lago! Ruego no darme vuelta!

Las aguas están tranquilas. Llueve y hace mucho frío, pero no hay olas.

Continúo sin poder entrar en calor. Pensaba usar unas zapatillas de neoprene, pero decidí entrar al kayak sin sacarme lo que tenía puesto. Por el cansancio y por el frío.

Había planificado remar cerca de la costa, por si me llegaba a dar vuelta, poder acercarme y hacer la maniobra de recuperación para volver al bote. Pero descarto esta acción completamente. Me siento tan congelado que darme vuelta implica un abandono seguro. No tengo forma de evitar la hipotermia si eso llega a suceder.

De vez en cuando viene alguna ola que me obliga a poner en práctica lo aprendido las semanas previas. Fundamental desarticular la cadera/cintura de la parte superior del cuerpo. Muy concentrado, realizo la navegación sin problemas. Si no fuera por el frío, es una parte muy linda de la competencia.

Etapa KAYAK: 02 horas 13 minutos 52 segundos. Posición 131

Hora del día: 16:50 Corte: 18:00 Margen: 1 hora 10 minutos

Al menos 3 kayaks se dieron vuelta, obligando a los competidores a abandonar la prueba.

Ahora sí, me cambio las medias y zapatillas, retiro el chaleco salvavidas y comienzo la última etapa.

Agradezo a Dios haber llegado hasta aquí. Pude superar la etapa de bici y la del kayak y esto significa que lograré terminar la prueba. Muy en el fondo estoy feliz por esto, pero el frío no permite que la dicha sea plena.

La etapa de running comienza por senderos de montaña en donde se hace difícil ir rápido. De todas formas mi estado realmente no permite ese lujo. Las bajadas son peligrosas, y las subidas las debo caminar.

Paso la primera hora de running. Miro mi reloj y veo que ¡recorrí 5 km! Son las 17:50 hs.

Inmediatamente hago cuentas y veo que a este ritmo, no llego a las 20:15 hs a la meta, que es el horario final de corte... 

Me desconcentro y pierdo de vista la próxima marca en el camino. Todo el recorrido en las cuatro disciplinas ha estado perfectamente marcado. Me doy cuenta de que no veo la próxima marca y decido seguir unos minutos más. Llego a un camino y veo venir a un corredor en sentido contrario. Le pregunto si está volviendo y me dice que sí. Tomo conciencia de que perdí el camino y vuelvo a la última marca. Ahí sí veo la siguiente y continúo por el camino correcto. Este error me provocó una pérdida de tiempo de 10 minutos. Además del desgaste de bajar para luego subir una cuesta en ese lapso de tiempo.

Otra vez la preocupación. Me preocupaba por la bici y el kayak, y ahora voy a un ritmo que me deja afuera en el running!!

Intento apurar el ritmo sin muchos resultados. Va entrando la noche, y el clima es despiadado. Trato de ser positivo. No pienso en lo que me falta, sino en poner un pié delante de otro y avanzar, sin más. 

Al kilómetro 8 mi reloj y cronómetro se agota y se detiene. "No lograste llegar hasta el final, el Tetra te venció", le digo. "Pero a mí, no..."

Camino y corro cuando puedo, durante una hora larga más. Llego a un puesto de control en donde me indican que falta muy poco, sólo 2 kilómetros a la meta. No me entusiasmo. Muchas veces estas indicaciones no son dignas de confiar. Pero no fue el caso. Noto que estoy cerca del pueblo!

Me entusiasmo muchísimo, ahora sí la carrera es mía. Aún no son las 19:00 hs y ya llego!!

Antes de cruzar la meta, Celi y Nico me esperan, y con ellos corro los últimos metros para cruzar el arco de llegada todos juntos. Caro me alienta, y Kevin y María José también me esperan y gritan.

Etapa RUNNING: 02 horas 26 minutos 00 segundos. Posición 130

TOTAL: 09 horas 01 minuto 31 segundos. Posición 130. 23 abandonos

La felicidad es total. Mantengo el invicto de Finisher, y logré superar una prueba de las más exigentes que encaré. No tengo más que agradecimientos.